Los nativos de esta comarca y zona del Porma, estamos convencidos de tener un trozo de cielo por hábitat. Paisajes únicos, pueblos que parecen "belenes", ríos cantarines, nieve que blanquea los preciosos prados verdes, donde pastan caballos y vacas plácidamente...tenemos tantas cosas y entre esas tantas, una joya: EL PINAR DE LILLO. De una antigüedad , que se pierde en la memoria de los tiempos y que es venerado por científicos y ecologistas.
La noble y pétrea silueta del Susarón nos pone en camino para Lillo y Cofiñal.Llegados a Lillo, tomamos la carretera que nos lleva a Cofiñal y al Puerto de las Señales. Al llegar a la indicación del Rio Porma, ala derecha, sin pasar el puente , está el camino que nos adentra en este paraíso de la naturaleza.
Al entrar nadie sospecha la masa forestal que se va a encontrar en sus 200 hectáreas
El pinar de Lillo es uno de los escasísimos pinares autóctonos de la Península, para algunos botánicos tal vez el único. Esto nos da idea de la importancia que tiene y de lo conocido que es.
En el pinar el árbol más abundante es el pino silvestre, como es lógico, pero también nos podemos encontrar con :hayas, robles, abedules, serbal de los cazadores, acebos...que le hacen ser más atractivo.
Estos dos últimos son los que cobijan, en las nieves del invierno, a urogallos y corzos que forman parte de la fauna del pinar.
En el recorrido, guiados por un experto, nos encontramos con turberas
Son formaciones vegetales, en las que se acumulan polen y materia orgánica, son de origen glaciar y están repletas de materia vegetal. Tienen mucho valor.
Hay gran variedad de musgos y de otras plantas, que hacen más variado este pinar
Fue reconocido como Parque Nacional, dentro del de Covadonga, en 1918 por Alfonso XII y Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el 2003.
Merece la pena conocerlo y recorrer sus paseos , admirando los buenos ejemplares de pino que tiene.
Por todo el pinar hay vida, desde el arroyo que le recorre, hasta los pájaros, las setas, las mariposas....
Nos despedimos del pinar, después de una mañana inolvidable . Decimos adiós a ese paraíso de nuestra tierra.
Antes de bajar a Boñar hacemos parada en los Forfogones, un tramo del rio Porma precioso y singular
Después de este recorrido creo que hay que recomendar dos cosas, especialmente, a los turistas y gentes que nos visitan: el Museo de la Naturaleza y el Pinar prehistórico de Lillo.