El Maragato es el vigía secular de la vida de Boñar. Su compañero el Negrillón le dejó hace tiempo, Encaramado en lo alto de la torre, está abierto a los cuatro puntos cardinales, asi que no se le escapa nada de lo que pasa en Boñar. Este blog quiere ser memoria de lo que fue y es. En él están recogidas tradiciones, personas, historia.... Bucea en él para conocer mejor a Boñar.

domingo, 19 de julio de 2015

BOÑAR EN LOS LIBROS ( II )

( continuación)...Las noticias de la fuente, o Calda de Boñar, que tenemos y que voy a referir son extraídas de las que enviaron el Dr Andrés Meyre, médico titular de la ciudad de3 León, sujeto de conocida habilidad en todas las partes de la facultad; d. pedro gallo de Escalada, sabio médico, titular de Villamañan; d José Martínez Ibáñez, acreditado boticario de la Villa de Boñar; d Santiago Bausela, que lo es en la ciudad de León y de las que trajo el dr. Francisco Vallejo, uno de los dos médicos viajeros, que de orden del Sr Quiñones pasaron al reconocimiento de la fuente. Todos convienen que en medio del camino, que hay desde dicho Boñar al lugar de Cerecedo, está la referida fuente, inmediata a una ermita de San Andrés. Nace, como unos veinte pies de la peña en la que dije estaba la referida inscripción, a borbotones. Tiene su hueco tres varas en cuadro, sin pretil, ni otro adorno, más que por la parte del cerro en que está dicha  peña.

 
La temperie del agua es algo menos que tibia, muy clara y sin sabor extraño. Bañada en ella la plata no muda de color, ni pierde su blancura, pero los guijarros de los que abunda el arroyo, que forma el agua, son todos amarillos y de esta índole hay alguna espuma. Aunque hace creer  no venir conducida de otra parte el agua de nuestra fuente, el brotar a borbotones desde su arenoso centro, con tal desigualdad, que  unas veces se ve salir bullendo de un sitio y otras de otro y aún en varias partes del prado, que circunda el manantial, se ve la misma ebullición entre las hierbas, persuaden los contrario las razones del historiador Morales, y el acaso, de que habiendo cavado poco más arriba de la fuente, subiendo el cerro, con el ánimo de sacar un tesoro por dirección o embuste de una mujer que se hacia llamar Zahorila, se redujo el hallazgo a romper el acueducto, que habiéndole después soldado mal esta rotura, apareció a tiro de pistola del principal otro manantial, cuya agua es de la misma idea y circunstancias que la del baño.
 
 
Hace más fuerte la prueba de este discurso, no salir hoy el agua de la principal fuente tan caliente como salía antes de la función del pretendido tesoro y rompimiento del conducto, de cuya faena permanecen aún hoy los vestigios en el foso que abrieron, peñas arrancadas y terreno movido, sin que por esto no debamos creer, que puede dicho cerro abrigar en sus entrañas muchos y distintos manantiales, como lo testifica una cortadura o pequeño risco próximo a la parte de Poniente en la cual está judicialmente una fuente salobre que percibe el gusto en la que se suda de entre las piedras que la ocultan. Es bastante la copia(abundancia) de agua, que arroja nuestra fuente, pero es de notar que los prados bañados por ella se secan y otras cualquiera plantas se marchitan con su riego; por esto tienen la providencia de darle separada corriente sin que se toque en heredad alguna.
El referido Dr. Vallejo dice que observó que los barbos y otros pescados, que se crian en ella, no se pueden comer porque amargan excesivamente; pero no sucede esto con las anguilas, pues habiendo cogido en la fuente una de peso de libra y media, la mandó guisar para comer de ella en compañía del Corregidos de Boñar, Fernando Coronel, Juez de comisión, que  se hallaba en ella, un oficial suyo y el referido Santiago Bausela, todos estos notaron al probarla la novedad del olor que despedía, tan subido de almizcle, que no sólo les precisó a dejarla, pero a comer de lo demás muy poco por la fragancia que en los cubiertos, y toda la sala quedó y que no pudieron desechar en aquel día. Dicho olor no se percibía en el guiso, fino en la carne de la anguila, y mientras más la despedazaba, más intenso era.
 
 
 
                                                                                                        (CONTINUARA)
 
 
 
 

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