Boñar siempre tuvo tradición de ser pueblo aficionado a la caza y a la pesca. El medio geográfico facilita mucho este interés. Tiene rios y arroyos, tiene pantano; los montes de los alrededores gusrdan especies siempre tentadoras para pegar un pistoletazo.
En lo que toca a la pesca y, en lo que yo puedo recordar de niño, hubo familias "míticas", ( como se dice ahora), que sobresalieron en este arte: los rompeolas y los veleros. Seguro que hubo muchos más, pero al faltar de Boñar años se me han ido olvidando.
Las truchas del Porma siempre tuvieron buena fama y eran muy solicitadas.
También habría que hacer mención de los cangrejos de la presa del soto. Eran abundantes y deliciosos. A la pandilla nos venía muy bien la pesca del cangrejo porque, vendidos a los veraneantes, nos daba unas pesetas para hacer alguna que otra merienda. Todavía recuerdo las tardes, con sus atardeceres, en la zona de los chorros echando los reteles, ( rateles deciamos los incultos).
La caza también gozó, y goza, de muchos adeptos. Desde la caza mayor, pasando por las aves.
Esta fotografía , que será de los años 60, indica que Boñar mantiene la afición de siempre.
Más de un cazador y pescador tuvo tentación de exagerar las capturas, pero eso no empaña el que en Boñar siempre los hubo buenos en las dos disciplinas.
Para cerrar este capítulo nada mejor que hacer una mención a la tarta de trucha que,además de llevar el nombre de Boñar por media España, está riquísima.
Muy buenos recuerdos, felicitaciones por el blog, un saludo!
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