En este mes el monasterio de SAN PEDRO DE ESLONZA cumple MIL CIEN AÑOS desde que el primer rey leonés García I lo fundó en el año 912 , .Su historia está llena de cantidad de avatares.
Desde su fundación el monasterio fue asolado por Almanzor, reconstruido por Dña. Urraca y finalmente desamortizado por Mendizabal ( el que quiso arreglar España quitando las tierras a los monasterios y acabo dándoselas a los ricos, con lo cual España siguió tan pobre como antes ). después de la desamortización vino el expolio. Se fueron llevando todo lo que había en él, incluso las piedras.
Menos mal que la mayoría de los retablos fueron llevados, desmontados, a la iglesia de Villamañan en el siglo XIX en carretas de bueyes. Otras obras se quedaron en iglesias de los pueblos de alrededor:
Santa Olaja de Eslonza, La Riba, Villanueva del Condado y, sobre todo, la gran fachada que se encuentra en la iglesia de San Pedro de Renueva, en León. Gracias a esto se salvaron.
Hoy hemos celebrado por todo lo grande estos mil cien años.
Salimos de Cistierna a las 8 de la mañana para ir directos a Villamañan, donde pudimos ver las joyas de Eslonza: sus retablos. Allí tuvimos la suerte de escuchar una explicación a cargo de José Alvarez Arenas, catedrático emérito de Arte de la Uni. de Barcelona y residente en Quintanilla de Rueda. José es el alma de muchas iniciativas relacionadas con el Camino de Santiago y la ruta Vadiniense.
Despues nos dirigimos al pueblo de Santa Olaja de Eslonza para celebrar la Eucaristía, presidida por el Obispo de la Diócesis y el Abad benedictino de la Santa Cruz del Valle de los Caidos. Esta fue otra de las sorpresas: doce monjes benedictinos venidos del Valle cantaron la misa en gregoriano. Una delicia. La iglesia estaba abarrotada por los vecinos del pueblo y los excursionitas.
Los jóvenes del pueblo ofrecieron los panes, los puerros y las truchas que desde tiempo inmemorial daban al monasterio
Dom. Anselmo, abad del Valle de los Caidos
Todos eramos conscientes de que de alguna manera el monasterio de Eslonza no estaba muerto, que revivía y en gran manera eran los monjes benedictinos presentes quienes nos lo hacían sentir.
La alcaldesa de Gradefes inauguró un panel explicativo ante las ruinas elocuentes de lo que fue el pasado de Eslonza en el Reino de León.
Después nos dirigimos a comer en santa hermandad en un restaurante de Gradefes. Como era natural no podíamos dejar de ver el monasterio cisterciense, una joya.
Pongo esta fotografía del claustro y no de la iglesia, ejemplo perfecto del arte cisterciense, porque me cautivó la rusticidad y simplicidad que le dan un aire especial.
Después de ver este bello monasterio para dirigirnos al de San Miguel de Escalada. Otra joya en nuestra tierra leonesa y que se fundo no mucho después que el de Eslonza. Allí nos despedimos no sin antes escuchar a los mojes del Valle de los Caidos cantar la Salve gregoriana, que sonaba a gloria en esta iglesia única.
Boñar algo tiene que ver en su historia porque se hizo alguna parte de él con la piedra de Boñar y porque el conde Guisvado, conde del valle de Boñar, llevó la reliquia de San Adrían, que junto con su esposa Santa Natalia están presentes en el retablo.
Días así le llenan a uno y más cuando celebras un hito especial de la Historia del Reino de León.
Me hubiera encantado estar allí. De hecho pensaba hacerlo pero otro evento se cruzó en mi camino y me lo impidió.
ResponderEliminarEl verano pasado anduve pisando aquellos prados secos, tocando y admirando las piedras de los muros que quedan en pie y sentí un escalofrío al pensar en lo que fueron sus tiempos de esplendor y la desolación que yo veia en ese momento.
Ha sido una iniciativa maravillosa. Supongo que para los que la vivísteis será inolvidable.