El Maragato es el vigía secular de la vida de Boñar. Su compañero el Negrillón le dejó hace tiempo, Encaramado en lo alto de la torre, está abierto a los cuatro puntos cardinales, asi que no se le escapa nada de lo que pasa en Boñar. Este blog quiere ser memoria de lo que fue y es. En él están recogidas tradiciones, personas, historia.... Bucea en él para conocer mejor a Boñar.

sábado, 11 de octubre de 2014

EL DULCE RETIRO DE SAN ADRIAN

 
 
Los monjes cuando querían construir un monasterio buscaban lugares 
apartados, silenciosos, de buena vegetación y, sobre todo, que hubiera agua.

 
San Adrián reunía todas esas condiciones.
A tiro de piedra de La Losilla es un lugar apartado, solitario (pensemos en el siglo X), muy apto para vivir apartado del mundo, dedicado a la oración y al trabajo.
 
 
Entre los siglos VIII y X, empujados por el avance moro, hubo gente que se retiró a los montes del norte para poder hacer una vida religiosa y, también, por escapar de la persecución.
La Montaña de León vivió en estos siglos un auge del eremitismo y la vida cenobítica. Fueron surgiendo pequeños monasterios, como los de Pardomino y este de San Adrián dedicado a San Salvador y Santa María.
 
 
De todos los monasterios que hubo por esta zona, es el San Adrián el único que guarda vestigios de la época fundacional, ya que al cabo de los tiempos tiene, como casi todas las iglesias, añadidos y restauraciones.
De esta época, siglo X, más o menos, nos quedan tres pequeñas joyas: Candanedo, La Vega y San Adrián, que fueron estudiadas por el gran Gómez Moreno.
 
 
En esta pared se nos ha conservado el acta fundacional del año 980, que dice así: " En el recinto de Nuestro Señor Jesucristo, reinando el rey Ramiro, bajo la gracia de Cristo, (siendo) obispo Sisnando, el abad Ermenegildo de Ceralioro, aunque indigno, hizo (este monasterio) de San Salvador en la era de 1018 (año 980).
 
 

En el exterior quedan vestigios de la primitiva iglesia, como esta puerta de entrada, que tiene réplica, cegada, enfrente.
 
 
En la pared meridional quedan dos inscripciones
 
 
 
 
Son  del siglo XII y transcripciones poco afortunadas de la fundacional.
 
Completamos el exterior con la pared espadaña, añadida posteriormente
 
 
el ventanuco da un poco de gracia a una pared que más parece de fortaleza que de iglesia
 
 
 
 
El interior de la iglesia es de una sola nave con cubierta de madera y cabecera cuadrada con bóveda de arista, reforma del siglo XVI
 
 
 
El monasterio pasó a pertenecer en el siglo XI al gran monasterio de Sahagún, para ser anexionado posteriormente al de San Pedro de Eslonza, como muy bien relata el obispo benedictino Sandoval en el siglo XVIII, al escribir sobre las reliquias de San Adrián y Santa Natalia.
 
En el interior se guardan pocas, pero interesantes imágenes.
La del Salvador, gótica en piedra policromada
 
 
y la de la Virgen de Somerada
 
 
 
Esta virgen está en una hornacina .
 
 
En el interior hay una inscripción que tal vez tenga que ver con las reliquias de San Adrián y Santa Natalia
 
 
Durante muchos años funcionó al lado de la iglesia un balneario de aguas termales, hoy ya cerrado.
 
 
Aquí terminamos nuestra visita a esta iglesia  que merece la pena ser conocida y visitada por los amantes del arte y de los lugares silenciosos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 

 
 
 
 
 

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