El Maragato es el vigía secular de la vida de Boñar. Su compañero el Negrillón le dejó hace tiempo, Encaramado en lo alto de la torre, está abierto a los cuatro puntos cardinales, asi que no se le escapa nada de lo que pasa en Boñar. Este blog quiere ser memoria de lo que fue y es. En él están recogidas tradiciones, personas, historia.... Bucea en él para conocer mejor a Boñar.

lunes, 27 de mayo de 2013

BOÑAR, SIEMPRE BOÑAR ( itinerario para una visita por el pueblo V )

La plaza tiene entidad propia. Es el centro y esencia del pueblo. En ella hay mucha historia, toda la historia de Boñar. Se ha ido transformando en edificios, ha desaparecido una de sus señas de identidad, el empedrado, pero queda el tiempo y el espacio, además de algunas cosas que al visitante, sobre todo al visitante interesado en la cultura le interesa conocer

Antes de entrar en la iglesia que es el edificio más emblemático y el eje de toda la plaza, podemos explicar al visitante todo lo que ha visto esta vieja plaza. Después le recordaremos que durante mucho tiempo fue el lugar en el que se hacían las ferias de ganado y los mercados y los bailes en las fiestas y a su alrededor se vivieron muchas procesiones y hasta se puso alguna película al aire libre. 


En la plaza hay dos monumentos : una fuente y un escultura dedicada al ganadero. La columna de la fuente es de 1900, el del ganadero más reciente. Visto todo esto entramos en la iglesia, digna de verse, porque es nuestra joya y en ella se conserva casi todo el arte que hay en Boñar.



Es espaciosa, construida sobre una antigua que se quedaba pequeña. Se puede explicar la arquitectura, los altares churriguerescos y la joya que es el sagrario en el altar de San José.



A la salida podemos ver la lápida del que fuera rector de la iglesia, Suero
Alonso.



Cuando vamos a dejar la plaza no podemos olvidarnos de otras de las señas de identidad del pueblo: el Negrillón, que, aunque muerto, sigue vivo en el corazón de los boñareses y el Maragato de la torre, antaño celoso cantador de las horas.




Este recorrido, siempre rápido y necesariamente simplificador, quería hacerlo para agradecer las 50.000 entradas al blog y como homenaje a los que amáis a Boñar. Me queda el último que lo dedicaré a lo que el tiempo y las personas han ido destruyendo.


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