Acabo este itinerario por Boñar, volviendo la vista atrás, a lo que consciente o fatalmente se destruyó en Boñar.
Hoy los pueblos y ciudades luchan por conservar aquello que forma parte de su historia secular y que les hace ser distintos a los demás. Son los propios vecinos no las instituciones y políticos quienes más defienden el patrimonio; los políticos, muchas veces, son rehenes de intereses varios.
No cabe duda de que Boñar ha ido progresando y se ha convertido en un pueblo "guapo". La evolución a mejor es positiva. Y esto se nota en edificios, calles...etc.
A los que ya peinamos canas ver ese Boñar de nuestra infancia ya cambiado y, por supuesto, mejorado, nos da mucha nostalgia, pero entendemos que un pueblo no puede quedarse en el siglo XIX. Estos derribos y cambios vienen a mejorar la vida del pueblo y de las gentes.
Hay otros factores que acaban con más de un elemento típico del pueblo, como el caso del Negrillón, vencido, no por la edad, sino por los bichitos, por esa maldita grafiosis y que no ha dejado sin el más típico de nuestros "iconos", que se dice hoy.
La muerte de las personas también hace que se abandonen casas que en otro tiempo fueron admiración. Los problemas de herencias o la incuria hacen que poco a poco se vengan abajo o queden tan maltrechas que son un lastre para el pueblo.
El problema está en todo lo que se ha dejado perder sin lucha o sin un estudia abierto y sereno para encontrar soluciones ( en casos parecidos, otros pueblos sí las han encontrado).
El caso más sonado fue el de la presa que atravesaba el pueblo y que le daba un aire especial, al mismo tiempo que le hacía distinto a casi todos los
demás.
Otro caso es el de la remodelación de la plaza y desaparición del empedrado ( ni siquiera se dejo algún trozo como vestigio para las generaciones siguientes ).
Hoy la plaza es amplia, pero fria, aséptica, como hay veintemil por toda la geografía española y con una especie de escenario cementoso que rompe toda la "arquitectura" de ella. Una plaza vacía y sin mayor atractivo, aquel que le daba el empedrado.
Otras pérdidas, para no alargarme , están en nuestra mente:
El altar del soto, la fuente de Laureano y hasta el bunker de la guerra al lado del puente nuevo......
así estaba el bunker en 1941
Termino ya este recorrido por el Boñar que se fue y el que es.
reitero mis gracias a todos los que os asomáis a este blog y espero que lo entiquezcais con nuevas aportaciones en fotos o en escritos.