Ni remotamente se me pasó por la cabeza cuando en octubre de 2011 comencé este blog que pudiera llegar a las 50.000 entradas. Ello me hace pensar que Boñar interesa a los boñareses. Los blogs colegas reafirman este convencimiento mío. Además de dar las gracias a todos los que lo seguís, deseo que vayamos descubriendo, a través de fotos, el devenir de Boñar y su historia.
En este blog voy a hacer un viaje turístico por lo más representativo del pueblo para poner de relieve todo lo que todavía tenemos y al final haré un requiem por todo lo que hemos ido perdiendo y abandonando.
A Boñar se entra, naturalmente , por la ermita de San Roque
La copla nos lo recuerda
a la entrada de Boñar
lo primero que se ve
es la ermita de San Roque
con los gitanos al pie.
Añorando la presa, que alegraba nuestros pasos, nos adentramos al núcleo del pueblo y en la miniplaza a la derecha podemos ver un escudo de los Robles y el Cañín
Seguimos la carretera, al lado de los bulliciosos bares nos encontramos con una piedra labrada con inscripciones, que la lluvia y los vientos la van dejando ilegible:
Por la suave pendiente del puente de la Costona vamos hacia la Corredera. En ella hay muchos vestigios del Boñar histórico, piedras sueltas, edificios desaparecidos, casas típicas de la montaña en estado ruinoso y al final dos joyas de Boñar:
Hasta llegar al final nos encontramos con piedras sueltas y escudos que van jalonando la carretera, que tiene un sabor especial por sus casas y por la vida que tuvo; allí estuvieron tres edificios ya desaparecidos o en ruina: el cuartel de la Guardia Civil, la iglesia de San Ignacio, hoy vergonzosamente desaparecida, y el sanatorio.
El escudo de la dama de Arintero y las casas, que en medio de su ruina , conservan un cierto encanto nos adentran en esta carretera, que casi es más avenida que carretera.
Caminando hacia el final de la Corredera, salida natural para Asturias, nos encontramos en el Boñar más histórico y, por lo tanto, el Boñar que más tenemos que mimar de cara al visitante interesado
Ahí esta la fuente de agua casi milagrosa con su inscripción, el puente Viejo o " romano", el Sanatorio, metamorfoseado en seminario de agustinos y albergue y hoy deshaciéndose poco a poco y la piedra romana, tan estudiada, que cierra esta larga andadura, desde la ermita de San Roque hasta el puente Nuevo.
En una hipotética ruta turística por el pueblo, que ojalá llegue a ser real, esta sería la primera: el recorrido de toda la carretera, desde su comienzo hasta el final. A través de ella se puede explicar la historia de Boñar: la huella romana, el Camino de Santiago, el cordel de la Mesta, las aguas "milagrosas" de su calda, lo que tuvo y ya no está etc... Por eso hay que mimar esta ruta-paseo.
Fotografía tomada en el año 1941.
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