Damos la vuelta y bajamos por la carretera, a la derecha nos encontramos con la entrada al Soto, el auténtico oasis de Boñar.
Es fundamentalmente el lugar del esparcimiento de los boñareses y visitantes, de ahí que siempre tiene que estar muy cuidado. En él se encuentran aquellas cosas que va buscando todo el que quiera deporte, vida en la naturaleza y relax.
Encontramos piscinas, bolos, cancha de tenis, campo de baloncesto, cancha de baloncesto, campamento, camping, chiringuitos para reponer fuerzas y zonas para pasear .
El Soto está permanentemente custodiado por el elegante Pico Cueto, la referencia visual más importante de Boñar. No está mal animar a nuestros visitantes a que hagan una subida tranquila, pueden encontrar entre los pinos desde una cascada hasta el arroyuelo cantarín.
El otro referente del Soto es el río Porma, que lo cruza de norte a sur. Ha visto reposar a sus orillas a muchas generaciones de boñareses que hizo de él su piscina natural; ha visto a muchos pescadores lanzar su caña y hoy sigue amenizando los veranos de muchas gentes.
Para todo boñarés entrado en años el Soto tiene algo muy especial, en su río aprendimos a nadar, en el pozo de los chicos o en los "chorros", hicimos muchas meriendas sentados a la vera de sus chopos, vimos algún que otro corro de lucha leonesa y nos tiramos a la presa del molino desde la vieja chopa, pescamos muchos cangrejos y más de una noche se organizaron juergas, precedentes de los "botellones".
Nos despedimos del soto dejándola fuente de entrada y el matadero
Antes de decir adiós echamos la vista atrás para decir para despedirnos de Pico Cueto. Al salir a la carretera recordamos a Campús, curioso personaje de nuestro Boñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario