El Maragato es el vigía secular de la vida de Boñar. Su compañero el Negrillón le dejó hace tiempo, Encaramado en lo alto de la torre, está abierto a los cuatro puntos cardinales, asi que no se le escapa nada de lo que pasa en Boñar. Este blog quiere ser memoria de lo que fue y es. En él están recogidas tradiciones, personas, historia.... Bucea en él para conocer mejor a Boñar.

viernes, 27 de enero de 2012

LA BARBERIA

Repasando el album familiar y casero, me encuentro con fotografías que son todo un mundo de recuerdos y siento no tener más de aquellos tiempos, no haber fotogra´fiado el Boñar de mi enfancia, como he hecho con el actual. Pero siempre encuentra uno alguna "especial".
El de barbero era uno de los oficios más antiguos y mmás nobles, por aquello de que por él pasaban todas las cabezas ilustres y menos ilustres. En otros tiempos fueron tambien dentistas.
Las barberias, como las reboticas y las sacristias, siempre fueron lugares venerables en los que se reunian las gentes para hablar, chismorrear o pasar el tiempo. En las barberias tanto estaban los que se rapaban, como los que querían palique.

En el Boñar de mi infancia conoci tres: la de Emeterio, continuada por su hijo Alfredo; la de Carlos, que se independizó de Emeterio, su maestro y la de Benito, el Divino, con mayúscula porque fue todo un personaje en Boñar.La barbería de Benito no sólo era el lugar de arreglo del cabello, sino la mejor atalaya de Boñar. Nadie pasaba por la plaza que fuera seguido por los escrutadores ojos de Benito.
Desde aqui el recuerdo para este extinto oficio, en su versión, tradicional, y especialmente para Emetrio y familia , que fueron mis vecinos en la niñez.

2 comentarios:

  1. Siempre mejorando Manuel!.- Estupenda entrada y estupenda foto.
    A propósito de oficios extintos y lugares de chismorreo ¿que me dices de la fragua o de la sierra? merecerian otro tema relacionado con una coincidencia entre los tres: eran reuniones típicamente masculinas. Si nos remontamos mas atrás en el tiempo tendriamos el filandón que era un poco más mixto, las mujeres a hilar y los hombres a tener por el candil y a contar historias.
    Como dice Pedro cualquier tiempo pasado fué distinto (o no tanto).

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  2. Que buena entrada... Solo una vez entré a la barbería del Divino, acompañando a alguien. No salí de mi asombro de la habilidad con la navaja sin perder conversación con el cliente ni rabiscazo al panorama que dejaba ver una de las puertas abiertas. Pero , sobre todo, recuerdo una frase al final de la faena : "la caspa es un bicho, chato, y hay que matarlo" y ¡ale! un chorrete de alcohol con soslayo de masaje.
    Saludos y buena semana.

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