Cerca del primer manantial y recogiendo el agua de las entrañas de la montaña, tenemos las dos fuentes, ricas en hierro y que parecen ser muy buenas para las piedras del riñon. Algunos han probado en sí mismos los beneficios de este agua. Hoy son muchos los que se acercan a llenar cántaros y botellas en la fuente.
La inscripción en la piedra-columna hace referencia a que, como otro marte, dios de la guerra, este agua es capaz de disolver las piedras del riñon. La inscripción es del siglo XIX.
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