Alguien refiriéndose a cierta pintura de Goya habló de "la estética de lo feo", nosotros ante estas casas des- tartaladas por el paso del tiempo bien podemos hablar de "la estética de lo caduco". Tienen una belleza especial, aún en su deterioro. En la Corredera están situadas algunas de las más representativas y todavía se puede ver e imaginar lo que pudieron ser cuando tenían vida.
Eran rincones soleados, recogidos, donde se hacia la vida, con su parra. Tenían el encanto de las casas montañesas.
Seguro que hay más rincones como estos en Boñar,; a otro ya los derribó el pico. Sólo nos queda el recuerdo y la fotografía para descubrir que hubo "otro" Boñar. Pensamos que el progreso no está en hacer todo absolutamente nuevo, sino en combinar sabiamente lo antiguo y lo nuevo. Lo decía ya Cristo en el evangelio. Por eso una de las tareas que tiene todo buen ciudadano y, por supuesto, todo Ayuntamiento que se estime, es conservar y rehacer el patrimonio que nos dejaron las generaciones pasadas. Hay pueblos que lo han sabido hacer y otros que han tirado por la calle de enmedio. Un pueblo sin el pasado pierde el sabor y las ganas de conocerlo.
Me ha gustado mucho
ResponderEliminar