Como pasa en la vida humana unos nacen y otros mueren. Cierran negocios, locales, pero otros surgen para decirnos que un pueblo debe seguir adelante.
Entre los locales más abundantes en Boñar están los bares. A lo largo de los años unos han cerrado, otros se han transformado y otros han abierto.Los bares son centros de reunión, refugio en las largas tardes de invier- no. La vida social de Boñar pasa por ellos y hacen de mentideros, donde se susurran todos los aconteceres de los habitantes del pueblo.
En Boñar, como digo, hay muchos, pero hubo un rincón especial, que podríamos llamar , sino el barrio húmedo, si el "rincón húmedo". Hoy todos están cerrados: Blas, Angelillo, el Salamanca, Quinto y Claudio....cuantas peregrinaciones de uno a otro y que sabor familiar tenían, alguno parecía la cocina de nuestras casas. En homenaje a todos los que han trabajado y trabajan en este campo os pongo unas fotos que saqué y conservo.
El bar de Angelillo me trae muchos recuerdos de infancia, no porque fueramos a beber, sino que en él vendiamos el cornezuelo del centeno y el saúco para sacar dinero la pandilla y poder hacer alguna merendo- la. Era un local pequeño, pero íntimo. ahí me aficioné a los cacahuetes, que era la tapa de entonces.
Como decía otros edificios van surgiendo en Boñar. Alguno relativamente reciente. Aqui tienes alguno de ellos.
El centro de actividades de discutible ubicación y estética. pero que sirve para usos múltiples.
El nuevo tanatorio, cuyo servicio, creo, era imprescindible en Boñar.
Un nuevo centro para mantener la salud y ponerse en forma.
Se me había olvidado una de talcos, antigua, pero que a alguno le puede traer algún que otro recuerdo.El carro si que nos suena a muchos porque era el medio de transporte en nuestros tiempos pasados.
Espero que os hagan pasar un buen rato. Sabéis que el blog está abierto a todos por si queréis colgar alguna foto.
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